Bitcoin y yo o educación y carácter.

Mis padres de luna de miel en Miami 1951

Mis padres de luna de miel en Miami 1951

Bitcoin y yo o educación y carácter.

4 sep 2022

 

Parafraseado un texto de Hal Finney (Bitcoin and me), voy a utiliza su propia frase, para contar algo que me llega de forma muy personal.

 

Recuerdo cuando cumplí la mayoría de edad a los 18 años, que decidí no ir a la universidad, no es que tuviera unas notas extraordinarias, ni mucho menos, pero había aprobado todas las asignaturas de bachiller y seguro que hubiera podido comenzar alguna carrera universitaria, pero yo tenía muy claro que nunca me graduaría de ninguna carrera universitaria, porque eso hubiera sido un impedimento luego, a la hora de pedir un permiso oficial al gobierno cubano, pasa salir del país, tal y como yo tenía planea en mi mente, así que a través de mi madre conseguí un empleo en la Habana vieja en un almacén de medicamentos.

 

En ese entonces, aunque estaba trabajando con 18 años, tenía la edad de hacer el servicio militar obligatorio, y me podían llamar en cualquier momento, una llamada, que no se podía rechazar.

 

Recuerdo una mañana que tenía que ir al trabajo por la mañana y como en esa semana ya me iba a ir al servicio militar, decidí en mi inconciencia, que no acudiría al trabajo, entonces mi padre se presentó en mi habitación y con su talante suave, pero firme, me dijo, que yo no podía faltar al trajo, simplemente porque yo consideraba, que como en esa semana iba a empezar el servicio militar, y yo quería tener unos días libres antes de irme al servicio militar y disfrutar de una especie de mini vacaciones, y ausentarme del trabajo, me dijo que eso él no lo iba a permitir bajo ninguna circunstancia, que yo tenía un compromiso con las personas que me habían dado el trabajo, y que mi justificación y mis maneras de ausentarme no eran para nada correctas, así que se sentó en mi habitación y me dijo que hasta que yo no me fuera al trabajo, el no saldría de la habitación, creo que esa fue la primera y única vez que me enfrenté a mi padre, y se lo agradecerá toda mi vida, porque creo que eso es lo que hace la diferencia entre ser un ser humano responsable y uno que no lo es, así que después de un rato discutiendo, sin llegar a ninguna violencia, ni a ninguna palabra mal sonante, al final bajo mi conciencia yo no podía quedarme en la cama mientras mi padre estaba allí, así que yo decidí que tendría que ir al trabajo a regañadientes, tal y como se esperaba de mí.

 

Pude haber salido de mi casa, diciendo que iría al trabajo y luego ir a otro sitio, o a casa de algún amigo, de forma que creyeran una cosa y yo hacer otra, pero eso nunca estuvo en mi mente, siempre que salía hacia un sitio donde se suponía que yo iba a ir, a ese sitio yo acudía, la mentira y el engaño, nunca han estado en mi mente, mucho menos con unos familiares como mis padres, que me dieron tanto cariño y tanto amor incondicional.

 

Por qué me cuento esto ahora, a mí mismo?, pues quizás porque ahora con los años y echando la vista atrás, soy capaz de reconocer con mayor lujo de detalles, la diferencia entre educación y carácter, por un lado la educación y ejemplo de mis padres fue intachable, y por el otro lado está mi carácter también ha sido algo singular, para bien o para mal, vivir con mi conciencia tranquila y en coherencia con mis principios, ha sido algo que me ha caracterizado desde que tengo uso de razón, no soporto vivir en la mentira, y mucho menos engañar a mis seres queridos, no solo nunca se me ocurrió mentir a mis padres, tampoco me sentiría bien engañando a un desconocido, se que no todo el mundo tiene esto tan interiorizado, pero es algo que te tiene que nacer del interior, actuar con coherencia y con responsabilidad por tus propios actos, quizás fue algo que me enseñaron mis padres, pero es algo que mantengo incluso aun cuando ellos ya hace muchos años que no están, eso es bueno?, es malo? En realidad, no me interesa el calificativo bueno o malo, lo que me interesa es saber si sabría vivir de otra manera, y la respuesta la tengo muy clara en mi mente, y creo que siempre desde que tengo uso de razón la he tenido, SOLO SE VIVIR DE FORMA COHERENTE A MIS PRICIPIOS, es posible que alguien no tenga sus principios muy claros, y como consecuencia, es coherente al caos.

A pesar de que la educación católica en Cuba estaba (no sé si sigue estando) completamente abolida, los la educación en unos principios que me inculcaron mis padres, fueron tan fuertes, o calaron tanto en mí, que me es completamente imposible tomar otro camino, que no sea el que tomé.

 

Quizá fue por eso, que cuando conocí Bitcoin en 2013, reconocí o intuí un llamado a la coherencia, a la transparencia, a dejar constancia inalterable de los hechos, a una manera de vivir con responsabilidad ante tus propios actos.

 

Quizá no quiero tener que arrepentirme de algo que hice en el pasado, cuando llegue el momento de mi muerte y quizá tenga que dar explicaciones de mis actos al Señor.

 

No sé si con esta pequeña anécdota, llego a tocar lo mas sublime de tu alma, si así a sido, me sentiré satisfecho, porque eso es lo que me ha sucedido a mí, cada vez que he visto la grandeza y generosidad del ser humano.

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